Exposiciones Colectivas

Territorios Posibles

Territorios posibles es un intento de poner al descubierto la región Caribe colombiana como un espacio dinámico donde tienen lugar múltiples luchas y negociaciones en la construcción identitaria, contrario a la percepción del ser caribe como singular y homogéneo.

Inmortalizada en un vallenato, en un personaje pintoresco de telenovela o en un libro que narra las peripecias de un pueblo remoto, la región presenta una doble existencia: aquella que se desarrolla en sus calles y recovecos; y otra, fantasiosa, que habita en nuestra imaginación. En ocasiones, los límites entre una y otra se desdibujan, como ocurre al hablar del ser costeño, que se convirtió en sinónimo de personajes alegres, amigueros, parranderos, dicharacheros, recursivos y mamadores de gallo. También persisten sobre ellos los prejuicios de flojos, machistas, bulliciosos, corruptos y mal hablados. En respuesta, la región se apropió de todo lo bueno y lo malo que fueron y continúan siendo, y con ello configuró un modo ser propio, único. Este nuevo modelo se extendió por el territorio como una regla a seguir y con la cual medirse y juzgarse. Con el tiempo, esa tipología se mostró insuficiente para describir y aglomerar a este sancocho de gente, frase acuñada por Juan Gossain Abdallah, y decayó en una imposición molesta y limitante para muchos.

Con el fin de visibilizar la multiplicidad de narrativas y los esfuerzos de diversas personalidades por ilustrar las realidades de este territorio, la exposición reúne a una selección de artistas, creadores e investigadores de la ciudad de Barranquilla, quienes invitan a revisar y cuestionar las formas de relacionarse con la ciudad, la historia, el género y los imaginarios. La muestra incluye video-performance, instalaciones, fotografía y pintura, así como dos proyectos que escapan las prácticas pictóricas y se decantan por lo archivístico y lo literario.

Con su video-performance Desplazamiento en verde (2015), Dylan Altamiranda hace un comentario de la transformación del espacio público barranquillero al representar simbólicamente los cambios medioambientales resultados de los proyectos infraestructurales del modelo de modernidad. Por su parte, en Acciones para no mojarse en la playa (2017), Cinthya Escorcia cuestiona los comportamientos colectivos repetidos al ir a la playa, mediante acciones que van en contravía de estas conductas y proponer nuevos rituales que rayan en lo absurdo y lo disparatado.

En La canasta familiar (2019), el artista Fernando García realiza un homenaje a la estética popular comisionando a cien artistas, usualmente dedicados a la pintura de fachadas de tiendas y restaurantes, la representación de cestas de mimbre repletas de alimentos y víveres. Mientras García revaloriza estas tradiciones, Carlos Vergara nos confronta con las aspiraciones internacionales de la antigua Puerta de Oro de Colombia al mapear los edificios de Barranquilla con nombres de otras ciudades del mundo, que evocan un pasado cosmopolita y los deseos de volver a serlo, en su obra Geografía imaginaria (2015).

Dentro de una sociedad patriarcal, de apariencias y pretensiones, Jessica Mitrani cuestiona los roles y las expectativas sociales sobre las mujeres en un cortometraje titulado Rita va al supermercado (2000). Este proyecto audiovisual acompaña a Rita en una excursión a un almacén de cadena, donde se enfrenta a las diversas formas como se ejerce poder sobre la mujer. Otro comentario sobre temas de género y sexualidad lo aporta Rubén Barrios, quien con sus obras Los desviados vienen en bandada (2019) y Patea con las dos (2019-2020) visibiliza y cuestiona las prácticas machistas de la región al aludir frases e imágenes de uso popular.

La muestra incluye la exhibición de un fragmento del archivo del docente e investigador Danny González, quien ha liderado varios proyectos relacionados con la comunidad queer, las prácticas transformistas y los espacios homosociales en el Carnaval de Barranquilla. Por último, este proyecto invita al público a continuar esta conversación en la Esquina Literaria, un espacio dedicado a ampliar el espectro por el cual entendemos el modo de ser Caribe y resaltar el trabajo de literatos que han coadyuvado a construir, mantener y deconstruir imaginarios sobre la región.

Al exponer y reconocer actos de rebeldía contra la identidad Caribe monolítica y excluyente, este proyecto ofrece otras posturas y miradas que permiten reconocer al Caribe colombiano como un conjunto de territorios reales, vividos, pensados y posibles.

Esquina literaria: Caribes los caribes

Este espacio se constituye como un intento de biblioteca del Caribe que agrupa una pequeña selección de textos de diversos autores de la región que a primera vista parecen tener poco en común, más allá del hecho de que sus creadores nacieron en el litoral atlántico del país. Sin embargo, en un segundo acercamiento, se pueden encontrar otros nexos: las ciudades de la región como escenario, la narración de realidades alternas, loscomentarios críticos a la idiosincrasia local y la resistencia de algunos de los personajes a la misma.

Como toda selección, esta no es totalizante o completa, ni pretende serlo. Se presenta como un ejercicio de acercamiento al Caribe a través de su extensa y rica producción literaria, explorando autores clásicos y emergentes que con sus historias inmortalizan o subvierten los estereotipos de ese misterioso ser caribe.

Programa Público – Sabores literarios y cocina imaginada del Caribe
Actividad a cargo del colectivo El Mafufo
17 de septiembre de 2022

Curaduría: Nathalie Libos

En el marco de la exposición Territorios posibles el 17 de septiembre de 2022 se realizó la actividad Sabores literarios y cocina imaginada del Caribe a cargo del colectivo El Mafufo. Este colectivo se ha dedicado a la investigación de la cocina momposina y de la región Caribe, por lo que se planteó el taller con el fin de activar la Esquina Literaria de la exposición desde la cocina de Plural. Se inició la actividad revisando fragmentos de Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera, del conocido escritor caribeño Gabriel García Márquez, en los que aparecen platos que son relevantes dentro del relato, con el fin de resaltar cómo estos evocan sensaciones y emociones que enriquecen la narración. Esto permitió que se generara un espacio de discusión en el que se revisó cómo se imaginaban estos platos los asistentes del evento, teniendo en cuenta que no hay una receta detrás y que, a pesar de partir de platos tradicionales de la región, pueden ser interpretados libremente desde la cocina.

A partir de esto, el colectivo El Mafufo dirigió la preparación de cada uno de los platos. De Cien años de soledad se tomaron los animales de caramelo que preparaba y vendía Úrsula Iguarán, realizados con chocolates y caramelos coloridos que tenían diferentes esencias y saborizantes. Más adelante, se prepararon las berenjenas al amor que comía Fermina Daza en El amor en los tiempos del cólera, partiendo de una receta de boronía que consiste en un puré de plátano maduro y berenjenas ahumadas, mezcladas con un guiso de tomate y cebolla y servido con queso costeño rallado y un poco de suero.

La actividad permitió revisar la gastronomía tradicional de la región desde los libros de García Márquez, entendiendo cómo esta se ha convertido en un ingrediente más de la literatura, enriqueciéndola con su sabor.

1 de Octubre, 2020

Cierre Territorios Posibles

El pasado sábado primero de octubre tuvimos el cierre de la exposición con la curadora Oriana Lozano. Durante la actividad compartimos butifarra, bollo limpio y queso costeño, para luego recorrer las exposición con la curadora y ampliar el espectro desde donde entendemos el Caribe.

*Cortesía Registro Fotográfico: ARTBO, Cámara de Comercio de Bogotá