Exposiciones Colectivas

Fragmentos Móviles

Cuando el tema se convierte en un objeto, y nace un pretexto entre el juego y el azar, otros elementos se suman a las posibilidades del hacer. La intuición, lo aleatorio, el límite y el misterio se configuran en un juego de lenguaje. Sacar un par de libros, leer unos fragmentos, hacer memoria, ojear divertido un rato, se convierte en parte del proceso. 

Crear un mazo de cartas con una estructura que converge en tres ejes: frases, instrucciones y conceptos o palabras. Sólo tres posibilidades para sacar tres cartas y realizar mediante estas una obra. Una propuesta en que el acto de acercamiento es un ritual, una confluencia de la suerte. Pero en la suerte, la ocasión "no sujeta a cálculos" es solamente uno de los factores.

Otro es el resultado final del juego, que no depende únicamente del azar y las cartas que le toquen a cada jugador, sino de la forma misma del diálogo entre las obras como reflejo de su contenido.

Puntos, líneas y planos. Objetos y figuras. Preste atención al lenguaje de los objetos en el espacio. La palabra como forma ocupa un lugar. Está suspendida, se encuentra en el vacío, en un soplo de partículas acumuladas, en un estanque cruza un umbral, está en estado de posibilidad.

Texto hoja de sala

Esta exposición es un ensamblaje de momentos, encuentros con situaciones y acciones que ocurren a destiempo. Es el resultado de las posibilidades del azar:

Una estructura con el punto de meta en lo alto revela el rumbo de decisiones de Estefanía. El movimiento de su cuerpo es el inicio para cada idea. La conciencia de su propio eje por el espacio la conduce a trazar una ruta por la cual moverse. Un archipiélago inventado a su medida, la marea alta y el escenario desértico son las coordenadas que dan forma a esta obra. 

Un jardín con animales petrificados: sapos, tortugas y luciérnagas en el que Daniel plantea un juego de lectura y narración. El pretexto para crear un ecosistema donde la naturaleza se forma con elementos industriales. Esta es una obra de activación pasiva y efímera, acogedora pero fría a la vez, que cargada de drama genera un ambiente para jugar y contemplar. 

Un rosario que cambia su forma para convertirse en un plano, cada misterio contenido, encontrado y guardado por David. Un plato de garbanzos sellado al vacío. Dos pinturas hechas de polvo que esconden ideas dirigidas hacia la imaginación. Y una pequeña pintura que revela el origen del mundo. Cuatro obras que ocurren al mismo tiempo. Cuatro piezas que conducen la lectura silenciosa de los elementos. 

Un conjunto de piezas suspendidas. El juego de la repetición y suspensión de objetos son una invención que confronta la escala. Las exploraciones arqueológicas, los hallazgos fósiles o reinterpretaciones de estos, el rastro, los negativos o siluetas de objetos son los indicios para entender la cartografía por la que transita Sofía.

A esta exposición le bastaría encontrar un ojo curioso atraído por una red de coincidencias. Un observador en medio de tanta atenta distracción.

– Paula Leuro y Andrea Infante

Curadoras