Tercer Espacio

TERCER ESPACIO: Artes y Oficios Heredados

LOS REGALOS DE LOS DIOSES: EVIDENCIA Y ESPECULACIÓN

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Innumerables cosmogonías amerindias dan cuenta de un mismo acontecimiento fundamental: en el principio de los tiempos, la gente recibió de sus dioses conocimientos, alimentos, objetos e instrucciones que les permitirían convertirse en verdaderas personas. Desde entonces, cada generación ha asumido la obligación de enseñar a sus sucesores cómo relacionarse correctamente con este conjunto de dones, pues con ellos se abre la posibilidad de recrear el vínculo sagrado que da unidad y sentido a la existencia de su pueblo. 

Para hacer realidad la promesa que contienen, las dádivas entregadas exigen que se cumplan condiciones especiales, ya sea en la grandiosa orquestación de los rituales o en la escenografía mínima de la vida cotidiana. Habrá ocasiones en que su mensaje deba ser descifrado colectivamente, en celebraciones multitudinarias y coloridas, al ritmo de los bailes y cantos que la tradición ha transmitido, pero también habrá momentos en que se presente como un suave murmullo, inteligible sólo para una persona concentrada en el gesto íntimo de preparar las plantas necesarias para iniciar su jornada de trabajo. Tal diversidad de escenarios es necesaria porque los regalos de los dioses se activan mirando a los ojos las urgencias del presente. No están entre nosotros como reliquia nostálgica, sino como elemento profético: ante la clausura impuesta por ciertos modos de vida, ellos auguran la posibilidad de deshacer lo que se ofrece como normal y deseable e iluminan la creación de horizontes comunes para un mundo aún-por-venir. 

Los regalos de los dioses siempre han circulado más allá de las fronteras étnicas y culturales de los pueblos que fueron sus destinatarios originales. Desde hace cinco siglos, comenzaron a viajar a territorios más lejanos en baúles, cofres y maletas mientras se tejían las redes de intercambio y comunicación que inauguraban el paisaje del mundo que hoy está por concluir. Recibidos con sorpresa y generosidad, pero también con desprecio y ambición, la potencia de su pensamiento ha resistido tanto a la proscripción como a la asimilación. Cuando la creación cultural contemporánea se inunda repentinamente con referencias a las estéticas indígenas actuales y prehispánicas en espacios tan disímiles como los talleres de artistas y las plantas industriales, las bienales de arte y las ferias artesanales, puede que no se trate de nada distinto a nuevas interacciones de los dones con la humanidad. Esta exposición es una primera exploración de este argumento.