KIPUKA. Cambia de forma, una isla en la lava – Lucía Fernández-Ardisana
Kipuka es un término originario de Hawái que significa “abertura” y “cambio de forma”. Se le acuña a las porciones de tierra que quedan rodeadas de coladas de lava después de una erupción volcánica, convirtiéndose en elementos de estudio, pues, debido al aislamiento ocasionado por la lava, las especies que quedan allí encerradas, se ven forzadas a evolucionar de diferentes maneras para su supervivencia. Este concepto, encontrado por la artista Lucía Fernández-Ardisana, durante la observación de la erupción de la isla de La Palma (Canarias, España), ocurrida entre el 19 de septiembre y el 13 de diciembre de 2021 [1], se ramifica en otros cuatro conceptos: separación, aislamiento, origen y cambio, los cuales serán fundamentales para comprender un cuerpo de trabajo enfocado en el dibujo, que la artista comienza en paralelo a la erupción de la isla, y que culmina dos años después, con la exposición individual que se presenta en Plural.
La experimentación de un fenómeno natural, como un fuerte temblor o una inundación, nos recuerdan que tememos a lo impredecible y a lo que no podemos controlar. Estos factores ocasionan un desequilibrio dentro de los patrones y estructuras preestablecidas, pero son los que nos impulsan a replantear nuestro sistema de creencias. La formación de Lucía Fernández-Ardisana, tuvo un gran componente clásico y académico, lo que significa principalmente una tendencia hacia lo figurativo y lo reconocible. Contemplar continuamente la erupción en la isla de La Palma, y la libertad con la que discurren las lenguas de lava sobre el territorio, detonan en ella una gran pregunta: ¿Puede un dibujo ser libre? Esta inquietud señala inmediatamente dos cosas: La primera, que la libertad es un ejercicio que se manifiesta en lo repentino, en lo orgánico, en lo incontenible y, segundo, que los preceptos aprendidos durante los primeros años de su educación artística, representan el territorio de lo conocido, es decir, conforman una estructura clara y, aparentemente sólida, de la que no había pensado que era posible dudar.
Desafiando el temor a separarse de lo conocido, la artista se sumerge, de manera voluntaria y consciente, en un trabajo que busca deconstruir las normas. Es así como da inicio a un dibujo de 21 metros, cuyos únicos límites son las fronteras del formato. Este dibujo es posible gracias al aislamiento declarado globalmente por la pandemia ocasionada por el Covid-19; sin embargo, no es nada diferente al aislamiento autoimpuesto por un artista en su estudio, durante la ejecución de una obra.
En este primer dibujo, titulado Kipuka, puede apreciarse en sus tres metros iniciales, formas identificables como casas, calles y palmeras, e inclusive, manchas de color; sin embargo, a medida que avanza el esfuerzo de liberar el trazo de lo figurativo, la línea va adquiriendo su propia entidad, constituyendo una masa orgánica y frenética desarrollada únicamente en carboncillo, que pareciera que ansía desbordar los límites del papel. Una vez el dibujo se ha “liberado”, la artista crea en paralelo otras piezas como los Movimientos 1, 2 y 3, que pueden leerse como extractos de esas formas sueltas y desconocidas generadas en Kipuka. Por su parte, Jameo y Basalto [2], integran una instalación de dos obras de tres metros de largo cada una que, dispuestas dentro de estructuras circulares, invitan al espectador a complementar la experiencia inmersiva de una idea de dibujo continuo, que no se detiene nunca.
Otras exploraciones se presentan en una mesa destinada a procesos que han acompañado la ejecución de los dibujos en gran formato. Aquí es posible apreciar bocetos, trazos pequeños que evocan los accidentes geográficos ocasionados por una erupción, así como las más recientes experimentaciones de la artista con papel artesanal que, si bien por una parte materializan las masas orgánicas logradas en las piezas anteriores, al ser intervenidos con tinta para resaltar sus formas, continúan propiciando diversas sensaciones bajo la misma idea de dibujo.
El proyecto culmina con La Catedral, un dibujo de 6.18 metros de largo cuyo título y sus formas sugerentes a pilares, apuntan a la sucesión de capas que es necesario develar para llegar al lugar primigenio al que se dirige cada especie en una etapa decisiva: el origen. La Catedral es un espacio que en sus connotaciones, invita a la introspección y a la reflexión, acciones determinantes para descubrir ese primer estrato donde podemos observarnos en esencia, sin ambages, tanto en nuestra unidad como en nuestra totalidad, pues, pareciera, que es allí donde es posible propiciar un cambio.
– Andrea Muñoz (Dirección y curaduría).
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[1]
La erupción volcánica de La Palma ocurrida entre el 19 de septiembre y el 13 de diciembre de 2021, es hasta ahora la erupción más larga registrada en la historia de la isla, y la tercera de todo el archipiélago. Esta se produjo en una nueva boca en el accidente geográfico de la Dorsal de Cumbre Vieja, donde ya existen diferentes conos volcánicos. A esta nueva boca se le dio el nombre de Volcán de Tajogaite, nombre aborigen de Montaña Rajada, debido al área del lugar de la erupción el cual se denomina Hoya de Tajogaite.
[2]
Jameo (Quizá del guanche xam 'casa, choza', 'tienda'.) 1. m. En Canarias, oquedad o cueva natural producida por el hundimiento del techo de un tubo de lava volcánico.
Basalto (Del lat. basaltes.) 1. m. Roca volcánica, por lo común de color negro o verdoso, de grano fino, muy dura, compuesta principalmente de feldespato y piroxena o augita, y a veces de estructura prismática.
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Sobre Lucía Fernández-Ardisana.
Lucía Fernández-Ardisana es una artista nacida en la isla de Tenerife (Canarias, España) quien, a finales del 2018 se trasladó a Bogotá, Colombia. Recibió formación en Artes plásticas en el taller del Maestro Felipe Hodgson Rabina en Santa Cruz de Tenerife. Los conceptos que abraza su obra están orientados a los modelos naturales propios de las islas Canarias, siendo estos una observación minuciosa y delicada de la forma como se destruye y se configura el paisaje y el territorio, logrando una relación entre los fenómenos naturales y el comportamiento natural del ser humano.
18.11.2023 - 10.02.2024
KIPUKA. Cambia de forma, una isla en la lava – Lucía Fernández-Ardisana
Organizado por:
Andrea Muñoz (Dirección y curaduría), Estey Ducuara (Apoyo museográfico), Estey Ducuara y Yeremy Vega (Montaje), Taller Agosto (Diseño y diagramación), Jose Ricardo Contreras (Realizador audiovisual).
Artista:
Lucía Fernández-Ardisana
KIPUKA. Cambia de forma, una isla en la lava – Lucía Fernández-Ardisana hace parte de la línea curatorial
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